Camino hacia el escenario mientras la gente aplaude y me lanza vítores. No sé porqué se alegran, los Juegos son algo horrible. Intento parecer segura, pero mi mundo se desmorona por dentro, aunque camino con firmeza, me tiemblan las manos, a pesar de que intento parecer impasible, las lágrimas corren por mis mejillas. Creyendo que son lágrimas de alegría, las muchachas a mi alrededor me abrazan y gritan mi nombre.
Intento no mirar a Edward, pero no puedo evitarlo. Sus preciosos ojos oscuros me miran con profunda tristeza y lloran. Por culpa de un estúpido programa de televisión voy a perderle, voy a perder al amor de mi vida. Mi muerte en los Juegos le destrozará. ¿Por qué me habrán elegido a mí? No soy la más lista, no tengo el peso de las otras chicas de mi distrito ni sé luchar, por lo que no tengo muchas probabilidades de sobrevivir, no soy la más guapa ni tengo mucha personalidad, por lo que no tengo muchas oportunidades para conseguir patrocinadores. Si el distrito 2 intenta ganar todos los años, ¿Por qué ha votado por mi tanta gente?
Mi madre aplaude también, despacio, incluso intenta reprimir una sonrisa. Parece aliviada de que por fin vaya a desaparecer de su vida. Estoy segura que ella ha sido una de las personas que han votado por mi. Una de las muchas que han votado por mi, por lo que parece. Siempre me ha querido lo mas lejos posible y ahora tiene la oportunidad perfecta para perderme de vista para siempre. Nunca ha sentido ni una pizca de amor materno hacia mi. Ya sea porque tengo ideas distintas a los de mi distrito, porque evito ver los Juegos cuando se emiten o porque odio con todas mis fuerzas a todos los Agentes de la Paz, incluido a mi padre. Nunca la entenderé. Ni puedo ni quiero. ¿Cómo se puede desear ver morir a tu propia hija?
De camino al escenario, recuerdo la lectura de la tarjeta que anunciaba el reto del primer Vasallaje de los Veinticinco. Así lo indican las normas de los juegos. Cada veinticinco años se hará un evento especial para conmemorar el nacimiento de los Juegos del Hambre y éste es el primer año que se celebra, por lo que la gente del Capitolio está muy entusiasmada. El presidente Fossheim aparece en todas las pantallas del país, junto al vicepresidente Coriolanus Snow. Es sorprendente la juventud que aparenta. No parece tener mas de dieciocho años, pero conociendo la extraña moda del Capitolio por aparentar mas joven, no me sorprendería que el tuviera más de veinticinco. El presidente sube a la pequeña tarima con una gran sonrisa y los ojos brillantes. De verdad parece sentirse orgulloso de los Juegos, como si realmente fuera un acto que merezca la pena celebrar. Aquí, en el distrito 2 y en otros pocos distritos, ser un tributo significa servir a tu país, mientras que en los sobrantes, tributo es un sinónimo de cadáver. Después de un breve discurso, Fossheim recita el corto texto que anuncia el reto del primer Vasallaje:
‘’Para recordar que los Juegos del Hambre
forman parte de todo el país,
será la gente de los distritos quien decida
los tributos que participarán,
por lo que no habrán voluntarios.’’
por lo que no habrán voluntarios.’’
Empiezo a subir las escaleras e intento esbozar una sonrisa, pero me ahogan las lágrimas. La gente me dedica una grandísima ovación. Se alegran por mi, creen que estoy emocionada. Es mejor que no se den cuenta del odio que siento por el Capitolio, o por los rebeldes, o por quien fuera el culpable de los Juegos. Según lo que nos enseñan en la escuela, el Capitolio tan solo quiere protegernos, para que no nos destruyamos entre nosotros, pero si solo quieren protegernos, ¿por qué estamos rodeados por vallas electrocutadas para que no salgamos de nuestro distrito? Nos cuentan maravillas sobre el Capitolio, y lo horribles que fueron los días que duró la guerra, los Días Oscuros. Algo me dice que no todo lo que nos cuentan es verdad, pero, ¿en qué creer? ¿En quién creer?
Me acerco hacia Taylor Sunlight, que me sonríe enseñando los dientes. Tiene el pelo largo, recogido en un precioso y elaborado moño alto que la hacen muchisimo mas alta de lo que sería si no llevase este peinado. A pesar de su forma y de su color rubio fuerte, se puede distinguir que no es una peluca. Tiene la piel de un tono naranja claro casi rosa pálido y la cara maquillada con colores vivos y pequeñas joyas incrustadas en la piel a juego con su blusa de flores de seda. Lleva también una falda de tubo morada que dejan desnudas sus piernas de rodilla para abajo. En las manos tiene pequeñas joyas al igual que en la cara y las uñas postizas, pintadas cuidadosamente. Si no dedicara tanto tiempo a su aspecto, sería una mujer preciosa, pero al estar tan maquillada, recuerda mas a un payaso que a una mujer. Me saluda cariñosamente y me da dos besos en las mejillas y la gente aplaude a rabiar. Sin pensárselo un segundo, se dirige a la urna con los nombres de los chicos y cuando lee la papeleta, lo entiendo todo y ahogo un grito y siento que me voy a desmayar, lo entiendo todo y mi vida pierde sentido.
Taylor pronuncia el nombre despacio:
Edward Blair.
Me encanta este blog, entré en el por casualidad y me he dado cuenta de varias cosas.
ResponderEliminar1_La primera es que me he dado cuenta de que no se puede entrar en este blog desde google y me gustaria que me informaras de como acceder a el.
2_Lo segundo es que me encanta el primer capitulo pero me he dado cuenta de que hace tiempo de que no escribes.Por eso te he escrito para que te empuje porque realmente lo haces genial.
3_Me encantan las fotos, pero la de finnick❤︎ no se mueve :’(
besos y espero el siguiente capitulo.
Mónica, madrid
Muchísimas gracias!! Ya he solucionado lo del gif y tienes que tener en cuenta que este blog no lleva mucho tiempo en la web, por lo que no es muy visitado. Para encontrarlo mas fácilmente tendrías que poner una frase completa que se encuentre en este blog, por ejemplo la primera del primer capítulo. Y no te preocupes, cuando nos visite más gente sera mas fácil encontrar el blog desde google. El segundo capítulo está prácticamente acabado!! Solo me faltan unos pocos retoques.
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